La norma, que fue aprobada bajo presión ciudadana, obtuvo 105 votos y no necesitó la sanción de la Presidencia de la República para que cobre vigencia, dentro de los próximos 30 días.
Los cambios obligan a los congresistas a utilizar el tablero electrónico del salón de sesiones, que registrará qué diputados votaron a favor, en contra, y quiénes estaban ausentes en ese momento.
Si el tablero llegara a fallar, el voto será a viva, individual, y los secretarios llevarán el mismo procedimiento para plasmar la voluntad de los representantes.
Los resultados serán publicados en la página electrónica del Congreso y estará disponible en la Oficina de Acceso a la Información.
De esta manera quedarán en el pasado las votaciones al mismo tiempo que hacían los diputados levantando la mano y del que no había registro.
Este modelo aplicará para promoción de leyes, mociones o elecciones de funcionarios públicos.
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