Menocal: “Existen al menos 300 juntas locales de seguridad”

El ministro de Gobernación, Carlos Menocal, dio a conocer ayer que hay 300 juntas locales de seguridad en todo el país, mientras hablaba de la liberación de un grupo armado que se identificó como tal luego de haber sido detenido el 31 de enero, en la aldea San Antonio Las Flores, Chinautla.

El Ministro explicó que la información surgió por medio de varias llamadas a la línea 110 que alertaban de la presencia de un grupo armado en esta aldea. En el momento de la captura, estos se identificaron como integrantes del comité de seguridad de Chuarrancho, a quienes les incautaron 5 armas de fuego.

“Unos 2 mil comunitarios de Chuarrancho se acercaron a los agentes, presionándolos y coaccionándolos, para que los dejaran libres”, afirmó Menocal. Después de haber dialogado con los pobladores el grupo quedó libre, ya que Gobernación privilegió la vida de los policías, afirmó el funcionario.

Lo legal y lo ilegal

Menocal reconoció que desde hace más de diez años se permite la conformación de estos consejos locales de seguridad, pero calificó de ilegal que estos grupos utilicen armas de “dudosa procedencia”, gorros pasamontañas y que asuman responsabilidades que le corresponden a la Policía Nacional Civil.

En la actualidad, las autoridades han recibido denuncias en contra de los consejos locales de seguridad, como en San Juan Sacatepéquez, donde la población ha manifestado abuso de autoridad y usurpación de funciones de estos grupos.

Quieren algunos cambios

Entre los planes del Ministerio está cambiar el concepto de estas juntas de seguridad y formar comisiones de seguridad, en las cuales haya participación ciudadana y prevención del delito.

En julio de 2010, el diputado de la Gran Alianza Nacional, Leonel Soto Arango, le presentó a la dirección legislativa un proyecto de ley para que se crearan los consejos locales de seguridad. Estos podrían estar encabezados por el Gobernador departamental, un comisario, un representante de la Cámara de Comercio, un representante de empresarios organizados, de las iglesias católica y evangélica y por los alcaldes de los municipios que integran el departamento.

Según Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), los grupos han contenido la delincuencia, pero un grupo armado puede cometer abusos.