¿Por qué se impulsó un programa de desarme en Australia?
– Aunque Australia es un país industrializado, siempre ha estado inmerso en una cultura de armas, relacionada con nuestra vocación de vivir al aire libre. Por ello los niveles de violencia armada eran superiores a los de naciones europeas con características socioeconómicas similares.
¿Contempla su Constitución el derecho a poseer armas?
– No. Y nunca se ha permitido portarlas ni tenerlas con propósitos defensivos. Como sucede en Europa, pueden adquirirse con fines deportivos, para la caza o porque un trabajo lo exija. No es admisible, ni cultural ni jurídicamente, poseer un arma si se tiene la intención de matar a otra persona. En Estados Unidos, Guatemala y otros países es aceptable emplearla para defenderse de otros. Pero a pesar de estas restricciones, en Australia, hasta hace tres lustros, había muchísimas armas.
¿Armas de todo tipo?
– Sí. Incluso rifles y pistolas semiautomáticas que, antes de la Guerra Fría, se fabricaban con propósitos militares. Sin embargo, al desplomarse la Unión Soviética los armeros las modificaron y empezaron a ofrecerlas como deportivas, porque perdieron mercado al desaparecer los Ejércitos de los países ubicados detrás de la Cortina de Hierro.
Sin que fueran idóneas para la caza.
– De hecho, los miembros de la asociación de cazadores profesionales de Australia, integrada por losCocodrilo Dundee de carne y hueso, siempre cuestionaron el empleo de armas semiautomáticas para matar animales.
La de su país es una de las legislaciones más estrictas sobre tenencia de armas. ¿Qué los llevó a modificar la anterior?
– En Australia todos los años ocurría una matanza aislada. Alguien abría fuego en un centro comercial o atentaba contra su familia. Cada vez que una de estas tragedias ocurría, la opinión pública alzaba su voz y pedía cambiar las leyes. Pero nunca se hacía nada, por temor a los cabilderos que favorecían su uso. Sin embargo, en 1996 todo cambió. Ese 28 de abril de ese año, un joven con dos rifles semiautomáticos mató a 35 personas en un sitio turístico de Tasmania. La tragedia tocó al país entero, porque muchos de los muertos estaban de vacaciones. Ello abrió la puerta para que el entonces Primer Ministro encontrara el espacio político suficiente para impulsar una agenda bipartidista que modificó todo lo establecido.
¿Qué cambios se hicieron?
– Fueron radicales. Se prohibió la tenencia, compra e importación de rifles y armas semiautomáticas. El gobierno adquirió, a precio de mercado, más un diez por ciento, todas las que ya existían y las destruyó después. Es el ejercicio de desarme más importante efectuado en el mundo: se eliminaron alrededor de 700 mil armas.
¿Se impusieron más restricciones para adquirirlas?
– Sí. La edad mínima es 18 años, cuando antes variaba de estado en estado. Debe comprobarse, también, la razón de la compra. Si se argumentan motivos deportivos, el polígono de tiro debe certificar que el interesado es miembro. Al procesar una solicitud se hacen investigaciones de todo tipo, como hablar con el médico de la familia o el jefe de la comisaría local de policía.
¿Se practican pruebas sicológicas?
– No, pero cualquier médico tiene la obligación de reportar a personas que no deberían tener armas y sospechan que tienen acceso a ellas. Se reglamenta, asimismo, cómo almacenarlas y el uso que se les da. A una persona que dice que la empleará para cazar conejos no se le autoriza sino comprar una pequeña. La reforma fue integral y tomó alrededor de un año desarrollarla por completo.
¿Cuánto impacto tuvo?
– Se redujo en un 50 por ciento el número de homicidios y suicidios provocados por armas de fuego. También cesaron las matanzas.
¿Cómo superaron la oposición de los cabilderos de la industria de las armas?
– La opinión pública fue fundamental. La gente quería los cambios. Además no se prohibieron todas las armas, sino solo las de un tipo específico.
¿Qué puede hacerse en Guatemala? Las diferencias con Australia son evidentes.
– Está claro que el modelo australiano no es el adecuado para Guatemala en este momento. Pero pueden tomarse acciones en varias vías. Para empezar, que se cumpla con la ley de armas y municiones vigente, que está mejor que antes, sin ser muy buena en términos generales. Otra cuestión es continuar con los esfuerzos que ya se hacen para coordinar el trabajo entre policías, fiscales y jueces. Y mejorar el clima de seguridad: en este país la gente tiene armas porque otros están armados. Sienten miedo y eso es legítimo. El cambio no se dará de un momento a otro.
¿Podría hablarse de desarme?
– Primero es importante que la población se sienta segura. Retirar armas de una comunidad será siempre positivo, pero es preciso, antes de ello, aumentar la confianza en el Estado.
¿Qué tipo de medidas concretas pueden ponerse en marcha?
– Comparto experiencias exitosas de otros países. En Colombia se prohíbe llevar armas los viernes y sábados, días pico de homicidio, y el impacto ya se siente. Por tanto, es importante restringir dónde y cuándo puede ingresar una persona armada. Pero tampoco es conveniente promover políticas a la fuerza, porque aumentarían la brecha existente entre población y Estado, como ingresar a hogares buscando pistolas no registradas. Brasil desarrolló una reforma integral que abarcó desde cambios en políticas a modernización de la policía, pasando por un involucramiento de todos los sectores de la sociedad, incluyendo miles de iglesias. Ninguna acción de desarme puede tener éxito si es impuesta.
¿Cómo perseguir acciones similares en una sociedad como la guatemalteca, en la que persiste el miedo a ser víctima de la violencia?
– En varios países, como Argentina o Australia, se ha comunicado a la población que poseer un arma no brinda mayor seguridad ni tampoco son buena opción para proteger a la familia. Diversas investigaciones concluyen que tener una pistola en casa multiplica, entre tres y cinco veces, la probabilidad de que suceda en ese lugar una muerte violenta. Y, en la mayoría de casos, no se trata de personas ajenas a la residencia.
¿Qué hacer si se tiene un arma en casa? Hace poco, en Jutiapa, un pequeño de seis años mató a su prima de ocho mientras jugaban a los vaqueros.
Lo mejor, en definitiva, es no tenerlas en residencias, sobre todo si hay niños pequeños. A las pistolas semiautomáticas se les puede sacar el cargador, pero alojan una bala extra. Sé de casos de adolescentes que, al enseñarla a otro amigo, creen que no pasará nada, disparan y la historia termina en tragedia. Por otra parte, tampoco es conveniente que jóvenes con problemas emocionales las tengan cerca. La reciente matanza de Newton es prueba suficiente. En Australia se exige que todas las armas estén guardadas bajo candado y que las municiones estén en otro lugar, fuera del alcance de los menores. Con campañas de sensibilización dirigidas por figuras relevantes de la sociedad se puede enviar este mensaje.
Erick Barrondo, ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, ha encabezado varias actividades vinculadas con este tema.
– Estas iniciativas son importantes, pero deben ser efectuadas a gran escala para impactar en todos los sectores. Además, lo ideal es que estén acompañadas de medidas que aumenten la confianza en la población. Por ejemplo, en este país han bajado los índices de impunidad: ese es el tipo de mensaje necesario de reforzar, para propiciar el cambio mentalidad del que hablamos.
Por otra parte, la industria del entretenimiento parece centrarse en la violencia. Películas, videojuegos o series de televisión.
– En los cuales solo los malos mueren y el bueno se casa con la rubia. Yo la llamo basura mediática. Pero esta se consume en todos los países del mundo, incluso en los que no son tan violentos. La diferencia con las naciones que han impulsado políticas de desarme es que en estos ya no es posible reproducir lo que se ve en la pantalla. A los hospitales, como dice un amigo médico, se ingresa herido de bala, no lesionado por una consola. Hollywood lanzó una campaña muy exitosa para combatir el cigarro, al sumarse a un esfuerzo global. ¿Por qué no oponerse a lo que destruye los órganos, fragmenta los huesos y corta los nervios?
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