Declaran testigos en caso contra Sperisen, Vielmann y Figueroa

Testigos propuestos por la fiscalía guatemalteca y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en el caso conocido como Operación Pavo Real, efectuada en la Granja de Rehabilitación Penal Pavón el 25 de septiembre de 2006, cuando perdieron la vida siete reos, supuestamente a manos de exmiembros de la cúpula de la cartera del Interior, comenzaron a declarar el 4 de marzo en la sede central del Ministerio Público en Ginebra, Suiza.

Estos fueron llevados a esa oficina aproximadamente 65 kilómetros desde el lugar donde se mantenían hospedados antes de su declaración.

El Ministerio Público (MP) guatemalteco y la CICIG promueven las acciones legales en ese país, España y Austria contra tres guatemaltecos acusados de ejecuciones extrajudiciales.

Los testigos se encuentran protegidos y permanecen en distintos países, a donde partieron para prevenir cualquier ataque o represalia en su contra o de su familia

Se conoció que en Suiza, donde permanece detenido el exjefe de la Policía Nacional Civil (PNC), Erwin Sperisen, los testigos lo señalaron como uno de los que dio la orden de ejecutar a los reos que se encontraban en una lista, presuntamente elaborada por exfuncionarios en el poder.

Exabrupto

Después de los señalamientos en su contra, el exjefe policiaco montó en cólera, se paró antes de que concluyera la audiencia, y le dijo a uno de los testigos: “Para eso los entrenamos verdad vos”. También la arremetió contra una abogada, quien se adhirió a la causa judicial en ese país.

“Yo dije la verdad, lo que me constaba, que vi a Alejandro Giammattei, Carlos Vielmann a Sperisen, a Soto Diéguez y a los hermanos Benítez en la casa de Jorge Batres. Allí observé cuando mataron a los reos, que en ningún momento opusieron resistencia”, explicó uno de los testigos que permanece fuera del país.

“Fueron muchas horas de declaración, inicié a hablar por la mañana y terminé en la madrugada del siguiente día”, aseguró el declarante.

Posteriormente los testigos fueron trasladados a la Audiencia Española cuya sede se localiza en Madrid, España.

Vielmann no asistió a la diligencia judicial, en su lugar llegaron dos abogados que lo representan. Los testigos lo ligaron como supuesto responsable de las muertes.

Finalmente llegó el turno de Javier Figueroa, exsubdirector de Investigaciones de la PNC, quien permanece detenido en Austria. Las autoridades de España se enlazaron por medio de videoconferencia a Austria, para poder escuchar los testimonios. La declaración de las personas continuó en la misma línea. El exfuncionario también fue vinculado como otro de los presuntos responsables de los hechos ocurridos.

Con las mismas pruebas

Una fuente allegada a la fiscalía aseguró que las diligencias judiciales, que se realizan en los tres países, contienen las mismas evidencias y pruebas que se presentaron en el país contra el exjefe del Sistema Penitenciario (SP) Alejandro Giammattei. “Cabe preguntarse ahora, ¿si las autoridades extranjeras aceptan cómo válidas las pruebas, cómo quedaría la justicia guatemalteca?, dice. El ex funcionario fue desligado del delito de ejecución extrajudicial por la Corte de Constitucionalidad en Guatemala.

Agrega que estas diligencias dejan el mensaje a la ciudadanía guatemalteca de que no importa el lugar, cualquier funcionario contra quien se planteen indicios de culpabilidad, será perseguido penalmente, con la colaboración de otros gobiernos.

Giammattei fue escuchado recientemente en la Fiscalía de Ginebra, Suiza. Las autoridades de ese país no lo tomaron en cuenta como testigo, sino que alguien que únicamente aporta información al proceso por ser “sospechoso de haber participado en los hechos imputados a Sperisen”, consigna una nota publicada por Prensa Libre el 12 de abril pasado.

Una mañana sangrienta

La madrugada del lunes 25 de septiembre de 2006 marcó la historia del Sistema Penitenciario (SP) del país con el operativo Pavo Real, que cobró la vida de siete reos, en la Granja de Rehabilitación Penal Pavón, y el cual fue montado por las entonces autoridades encargadas de la seguridad nacional.

Alrededor de 3 mil 186 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ejército de Guatemala irrumpieron para retomar el control en las ocho manzanas que albergaban a los 1,651 privados de libertad, quienes eran “gobernados” por el Comité de Orden y Disciplina (COD) desde 1989.

Las órdenes para retomar el control del centro carcelario fueron giradas por Alejandro Giammattei, quien fungía como director del SP, y Carlos Vielmann, como ministro de Gobernación; estos contaron con el apoyo de Amílcar Velásquez Zárate, jefe de la Fiscalía Distrital Metropolitana del MP.

Las autoridades argumentaron ese día que fueron recibidas a balazos y con bombas molotov por parte de los reos, por lo que hubo un enfrentamiento armado entre presos y policías, el cual duró unos 45 minutos.

Ese día, Figueroa explicó ante los medios de comunicación que los siete hombres murieron en medio de fuego cruzado. “Se les hizo un llamado para que se entregaran, pero se resistieron. Los reos utilizaron escudos humanos para evitar entregarse; fuimos recibidos a granadazos, incluso a mí se me vino un grupo de unos 30 hombres, pero se logró evitar en enfrentamiento”, aseguró Figueroa.