Anoche fue asaltada la subestación de la Policía Nacional Civil (PNC) de Salcajá, Quetzaltenango, por un grupo de hombres armados con fusiles AK-47. El viceministro de Gobernación Edy Juárez informó que podría tratarse de una venganza en contra de dos de los agentes policíacos, quienes participaron en el decomiso de 1048 kilos de cocaína en Puerto Quetzal, Escuintla, el pasado 1 de junio.
Testigos indicaron que varios hombres fuertemente armados llegaron a bordo de dos camionetas agrícolas una blanca y la otra gris, e ingresaron a la subestación policial y acribillaron a tiros a ocho agentes de policía y secuestraron al subinspector César Augusto García Cortez, quien estaba a cargo de dicha sede.
El director de la PNC, Gerson Oliva, confirmó la muerte de los ocho agentes y dijo que anoche sería enviado un grupo especial de investigadores para esclarecer el hecho.
“No tenemos hipótesis concreta, pero estamos dándole seguimiento para ver si hay algún vínculo por la detención de los hombres armados hace tres días”, afirmó.
El portavoz de los Bomberos Municipales Departamentales, Cecilio Chacaj, dijo que varias unidades fueron enviadas al lugar y encontraron los cuerpos de siete agentes y que fue trasladado gravemente herido un agente más, quien murió en el hospital.
Posibles líneas de investigación
Varias versiones circularon respecto del ataque armado. Autoridades indicaron que podría tratarse del rescate del supuesto guardaespaldas del presunto narcotraficante Juan Ortíz, alias Chamalé.
Se informó que unos 12 hombres habrían perpetrado el ataque y luego cargaron con radios de la Policía, lo cual dificultaba ayer su persecución ya que se enteraban de todos los movimientos de las fuerzas de seguridad.
El grupo de atacantes dejó dos camionetas tipo agrícola a unos diez metros de la subestación policial, mientras perpetraban el ataque.
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