La constructora incumplida

Bioenerg, una constructora señalada de estar vinculada al diputado Estuardo Galdámez, abandonó un tramo carretero en el Polochic, aunque recibió Q22.7 millones para construir el nuevo puente sobre el río Cahabón, los trabajos nunca arrancaron y los conductores que lo cruzan exponen su vida porque está en riesgo de desplomarse.

Un camión cargado de azúcar cruza cuidadosamente por el puente Cahaboncito, sobre el río del mismo nombre en Panzós, Alta Verapaz. El viejo puente colgante, construido hace más de 50 años por agricultores alemanes que colonizaro

n el Valle del Polochic, está en riesgo de desplomarse debido al deterioro. El año pasado, un camión que transportaba ganado daño la estructura dejándole un agujero que fue resuelto temporalmente con unas planchas de acero soldadas; sin embargo, el riesgo de un desplome es latente.

El puente no soporta más de 25 toneladas de peso, por lo que un camión debe pasar con la mitad de su capacidad de carga (250 quintales) y al cruzar debe esperar a otro camión para completar los 500 quintales de azúcar, para seguir su recorrido hacia el puerto.

De igual manera ocurre con los camiones que trasladan aceite de palma, arroz, frijol, ganado, maíz o melaza, que deben transbordar su producto, convirtiendo la complicada logística de las empresas asentadas en el valle del Polochic en un verdadero dolor de cabeza.

Lo anterior debido a que la constructora Biotecnologías Energéticas de Guatemala, S. A. (Bioenerg) incumplió el contrato para construir un nuevo puente, pese a haber recibido un desembolso de Q22.7 millones para hacerlo, esta solo instaló unos pilotes sobre el río y dejó abandonado el tramo que pavimentaba entre Panzós y El Estor, Izabal.

Empresas afectadas

Necesitamos un puente con capacidad para soportar 80 toneladas, señala Miguel Maldonado, gerente del ingenio Chabil Utzaj, asentado en Panzós. Las empresas, sean de azúcar, aceite, ganado o maíz, necesitan ser eficientes, y para ello deben mandar sus camiones cargados a toda su capacidad. Sin embargo, el puente se ha convertido en un cuello de botella que afecta la competitividad de las empresas y el desarrollo de la zona.

En época de zafra, el ingenio produce 8 mil 500 quintales diarios de azúcar, eso representa al menos 20 camiones cargados rumbo al puerto, pero debido al deterioro del puente salen 40 camiones cargados a la mitad de su capacidad, y luego traspasan el producto al cruzar. Igual pasa con las pipas de melaza o aceite, van cargadas con 2 mil 500 galones, y al cruzar el puente, el producto es trasladado a la pipa que pasó primero por medio de una bomba, con el costo, tiempo y riesgo que este procedimiento toma, relata el empresario.

Parche colocado sobre el puente luego que un camión cargado con ganado lo dañó.

El Valle del Polochic, otrora conocido como el granero de Guatemala, se ha convertido en un destino que atrae a muchos inversionistas por la gran extensión de tierra agrícola disponible y la abundancia de agua. En los últimos cinco años ha recibido inversiones por más de US$700 millones de empresas agrícolas (aceite y azúcar principalmente) y mineras, las cuales han generado 10 mil empleos entre directos e indirectos, lo cual le ha dado una nueva dinámica económica a una zona, antes considerada una de las más pobres del país.

Sin embargo, este auge de la inversión y el empleo se frena con varios problemas: la inseguridad de la zona (Panzós solo tiene seis policías por turno para cuidar a más de 70 mil habitantes, y últimamente han proliferado los secuestros y asesinatos, como el del empresario Gilberto Puertas en enero pasado), las invasiones de tierras y conflictos agrarios, la falta de carreteras asfaltadas y el puente Cahaboncito, que se ha convertido en un problema para todos los productos que salen del Valle.

Promesa incumplida

En febrero del año pasado, el presidente Otto Pérez Molina se reunió con varios empresarios de la zona en Izabal, quienes le expusieron estos problemas; el mandatario les prometió sus gestiones ante el Ministro de Comunicaciones para agilizar la construcción del puente Cahaboncito, y la terminación de los tramos de la Ruta Nacional 7E que atraviesa el Valle del Polochic.

Un mes después, el 8 de marzo de 2013, el Ministerio de Comunicaciones realizó un desembolso de Q22.7 millones a la empresa Bioenerg, para construir el puente Cahaboncito y continuar con la pavimentación del tramo III que comunica Panzós y El Estor, Izabal, según consta en el portal de Guatecompras.

La empresa mandó a instalar unos pilotes de acero sobre el río Cahabón, donde construiría el nuevo puente para alegría de los productores; sin embargo, Bioenerg abandonó los trabajos.

Obra con atrasos

Durante el gobierno de Álvaro Colom, el Banco de Japón para la Cooperación Internacional (JBIC) le otorgó un préstamo a Guatemala por US$102 millones para pavimentar la Ruta Nacional 7E que atraviesa el Valle del Polochic.

Carretera deteriorada. Bioenerg pavimentó 7 kilómetros de los 56 contratados, la mitad de estos tiene solo una vía. La obra se deteriora por falta de mantenimiento.

La ruta de 180 kilómetros fue fraccionada en cinco tramos, que fueron adjudicados a igual número de empresas, de los cuales solo el tramo 5, de unos 22 kilómetros, entre Senahú y El Estor está concluido, se espera que otros dos tramos estén terminados entre finales de 2014 y principios de 2015, y el que más atraso presenta es el tramo 3 otorgado en octubre de 2009 a Bioenerg y Samkye Construction Co. a un costo de Q132 millones 283 mil, incluido el nuevo puente sobre el río Cahabón, que luego fue ampliado a Q164 millones.

La obra estaba prevista construirse en un plazo de 645 días; cuatro años y cuatro meses después, afirma llevar un avance del 40 por ciento pero se percibe menos (tiene 7 kilómetros de concreto, de los 56 contratados, y de estos hay 3.5 kilómetros que solo pavimentó una vía y que ya están deteriorados debido a la falta de mantenimiento). Bioenerg ha recibido tres desembolsos por Q56 millones del Ministerio de Comunicaciones, el último por Q22.7 millones para construir el puente.

Vinculada a los lorenzana

Bioenerg fue fundada en agosto de 1985 por el ingeniero Guillermo Duarte Monroy, y trabajó varios proyectos de Estudios de Impacto Ambiental y rehabilitación de caminos rurales para el Banco Mundial entre 2001 y 2002.

Según fuentes cercanas, en 2004 Duarte le vendió la empresa a la familia Lorenzana, señalados por el Gobierno de Estados Unidos de narcotráfico.

Como presidente y representante legal fue inscrito César Augusto Ávalos Sánchez, un comerciante originario de Huité, Zacapa. La empresa empezó a ejecutar obras de mejoramiento de calles y carreteras para las municipalidades de Huité, Cahabón, Panzós y Estanzuela, el Instituto de Fomento Municipal (Infom), el Ministerio de Comunicaciones, el Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz), entre otros.

Entre 2004 y 2011 se le adjudicaron 36 proyectos por Q211.8 millones, en muchos de los concursos competía contra otras empresas de la familia Lorenzana como Constructora WL (de Waldemar Lorenzana Cordón) o Constructora H.L.P. (de Elio Lorenzana Cordón). También fue subcontratada por la japonesa Tokura para trabajar en los tramos I y II de la Ruta 7E.

Mientras estuvo vinculada a la familia Lorenzana, Bioenerg cumplió con todos sus proyectos. “Nunca tuvimos problemas con ellos (los Lorenzana). Como constructora siempre cumplieron los trabajos y tiempos de entrega”, recuerda un exfuncionario de Comunicaciones que solicitó el anonimato.

Sin embargo, en 2009 el Gobierno de EE. UU. solicitó la extradición de Waldemar Lorenzana Lima, acusado de conspirar para enviar drogas hacia ese país, y de su hijo Waldemar Lorenzana Cordón. La persecución en contra de los integrantes de la familia Lorenzana afectó las operaciones de sus constructoras y exportadoras, que fueron incluidas en la Lista Kingpin, que prohibe a ciudadanos y empresas estadounidenses hacer negocios con ellas.

La Ruta 7E es un paso clave, comunica con Puerto Barrios, Izabal, y tiene muchos caminos rurales que conectan con Petén y pasos fronterizos, lo que la convierte en un corredor utilizado por grupos que trafican drogas y personas, señalan varios informes de las autoridades antinarcóticas guatemaltecas.

A raíz de la persecución, los Lorenzana vendieron la empresa y el proyecto en el Polochic, para no quedar mal y proteger a sus empleados, afirma la fuente.

“Ellos se preocupan mucho por su gente. Proporcionan fuentes de empleo, seguridad, salud y educación a los que viven en los lugares donde operan, todo cambió cuando inició la búsqueda para capturarlos”, relata el exfuncionario.

Con el cambio de dueños, también iniciaron los atrasos de las obras. “Los nuevos propietarios que asumieron el control de Bioenerg nunca pensaron en los compromisos que estaban adquiriendo, trajeron personal sin experiencia en temas viales, les faltaba maquinaria. Son novatos en el mercado, no tienen un buen superintendente de obra, se nota la falta de conocimiento y experiencia en obra gris”, agregó el exfuncionario.

En vista de los atrasos, el 13 de enero de 2010, el entonces ministro de Comunicaciones, Guillermo Castillo, les autorizó una ampliación para la entrega de la obra ya que el plazo había caducado, pero aun así, no lo cumplieron. A finales del gobierno pasado se les otorgó una nueva ampliación, luego otra, y una más con el actual gobierno.

El misterioso propietario

elPeriódico intentó entrevistar a los representantes de Bioenerg, pero no se obtuvo respuesta. En sus oficinas ubicadas en el exclusivo edificio Europlaza, zona 14, la recepcionista indicó que la única autorizada para dar declaraciones era Luz Irene Vargas Castañeda, una abogada que trabaja como asesora en el Organismo Judicial. Aunque la recepcionista indicó que se comunicarían, hasta el cierre de esta edición no se recibió ningún mensaje.

También se trató de ubicar a Jong Wong Choi, representante legal de Samkye, la constructora de capital surcoreano que ganó la licitación del proyecto junto a Bioenerg; sin embargo, en la dirección reportada por esta indicaron que la empresa se había retirado desde hacía tres años, y que su representante ya no estaba en el país.

elPeriódico visitó las oficinas de Katahira & Engineers International, la empresa japonesa que supervisa la construcción de los tramos de la Ruta 7E, allí, todo era hermetismo al indagar sobre la identidad de los nuevos propietarios de Bioenerg. Aunque se les envió un cuestionario para conocer el estado de la obra, su avance y su relación con los nuevos dueños de la empresa, el cual dijeron que responderían,no dieron respuesta a las preguntas.

Sin embargo, una conversación con uno de los ingenieros japoneses reveló su identidad: ¿Por qué no avanza la construcción del tramo III? Ustedes conocen al diputado Galdámez, repreguntó. Sí. Pues entonces pregúntenle a él, nosotros queremos trabajar, espetó.

Al ser consultado, Galdámez negó tener algún vínculo con Bioenerg. “Desde que tome posesión de mi curul, deje de ser contratista del Estado”, señaló.

Recuperarán el tramo

Consultado sobre Bioenerg, Alejandro Sinibaldi, ministro de Comunicaciones, dijo: “Sé que es una empresa nacional que trabaja desde hace varios años en temas de construcción, desconozco si tiene relación con el diputado Galdámez”. Sin embargo, en una reunión privada que sostuvo el año pasado con un grupo de empresarios, que le pidio reactivar la obra, reconoció este vínculo.

“Este tramo está totalmente abandonado, pero esperamos solucionar este problema en seis meses”, dijo Sinibaldi. Una de las estrategias que estamos analizando es negociar que nos devuelvan los tramos, e iniciar un nuevo proceso de licitación, agregó Sinibaldi.

Mientras eso ocurre, los agricultores del Polochic seguirán arriesgando sus vidas para cruzar el puente Cahaboncito.

Vinculación

>Biotecnologías Energéticas de Guatemala, S. A. (Bioenerg) tiene su sede en el Edificio Europlaza, zona 14. Fuentes señalan que estuvo vinculada a la familia Lorenzana y ahora con el diputado oficialista Estuardo Galdámez.